En paredes encaladas, en piedras repujadas con el paso de
los años, en los cromas de las flores, en los coqueteos del agua que emerge, en
los silbidos del viento, en la autoridad del alba, en los neveros perpetuos, en
el frescor de la noche, en el tacto de tu cuerpo…
En la sonrisa de un niño, en la lección de un anciano, en la
ilusión de un amigo, en la bondad de un extraño, en las notas de la guitarra, en
el canto de una cigarra, en los versos que engarzados, brotan como en cascadas,
en un trillo que acaricia, campos de trigo y cebada, en el sabor de tus besos,
en el brillo de tu cara…
En el azur de los cielos, en las curvas del camino, en las
fragancias de jara, en el gusto del
tomillo, en el brillo de la plata, en las olas que lustrosas, rompen sobre las
calas, en la miel que las abejas, de los estambres recaban, en los dedos de tus
manos, que me acarician la espalda…
Musas en tormenta y en calma, equilibrio de mis rimas, alma
de mi alma…
Emocion y sosiego, guerra y paz, sonrisa....... enfado, sentidos encontrados. Al final la ternura de una mirada, la suavidad de unas manos, la pasión de un beso.
ResponderEliminarla vida misma ¿verdad, compi? Un fuerte abrazo, amigo
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