NO TENGAS MIEDO

Aunque te ahogue la incertidumbre,

aunque te asalte la pena,

aunque el hogar no halle lumbre

en que purgar su condena,

y tu cielo se derrumbe,

disolviendo las estrellas;

tenaz el alma vislumbre,

en el desierto de arena,

un oasis de esperanza,

donde aliviar la tristeza

que te envenena las venas,

y te colme de constancia,

para afrontar los problemas.

Que no es eterna la noche,

que aun tardando la alborada,

vendrá la luz en derroche,

en infinita esperanza,

y así los miedos traidores

que dominaban tu estampa

otrora amenazadores,

tomarán nuevas andanzas,

buscando otras desazones,

huyendo de la templanza,

que tu esencia les impone.

¡No tengas miedo mi niña,
que siempre estaré a tu lado!,

Abre inmensos los oídos,

que escucharás melodías,

entre rítmicos latidos,

de un corazón decidido,

volando hacia el mediodía,

en rumbo majestuoso,

para encontrar la armonía,

que se esconde tras tus ojos.