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martes, 20 de septiembre de 2011
TEMPESTADES
Zozobra que asaltas y tomas presa del alma, tras rejas de desasosiego, emprende otros caminos y abandóname en manos del bendito alivio, que de desazón me hallo pleno, sin tablas para esquivarte, y agoniza la vital esencia sometida a tus tercos antojos. Ilusión encallada en profundos arrecifes de tenebroso destino, sonrisas desvanecidas en páramos de incertidumbre, sueños desbaratados a golpe de desesperanza y miedo. Deja que marche libre hacia el ansiado consuelo que me consume la pena, y veo lejano el puerto, donde las aguas serenas, me protejan de los vientos que deshilachan mis velas.
Publicado por
José Carlos López
en
23:05
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En continuas disputas encalla el alma con la marea baja, desbarajuste interminable entre la razón y la acción, silencios de gritos a mansalva, de luna llena propiciando la desesperación sin poder atestiguar que hay salida para todo...abrazzzusss
ResponderEliminarLejano el puerto... qué nostalgia en tus palabras, hermosas y tristes.
ResponderEliminarSuerte en bitacoras!
Bendito alivio cuando llega la calma
ResponderEliminarcuando al puerto regresas
y se libera tu alma.
Los sueños se ven cerca
libres navegan en la esperanza
se fue ya el miedo
que los amarraba a tu barca.
Costampla, eres una fuente de inspiración. Besos