Azar veleta, desconsiderado y terco,
ladrón aspérrimo de asedados sueños,
allanas impávido en tus andares necios,
jardines de sándalos, que transformas yermos.
Azar canalla, ¿Quién te llamó a mi reino?
¿Quién te dijo que asomaras para mermar los cimientos?
¿Quién te empujó a llevarme al cruel desasosiego,
abocándome a quererla, insincero en mi silencio?.
Azar pedante, que insensato, te has lanzado hacia mi encuentro,
yerras si consideras, que me entregué a tus acechos,
pues es de hierro este alma que te espera a pecho abierto,
para batiendo la espada, enviarte hasta el averno.
Azar cobarde y zahíno , sombra intolerante de la empatía,
tengo al Puro de mi lado, cubriéndome las espaldas,
no hay gabela más generosa que el revés que tú me cargas,
astillas de la traviesa, que el mismo llevó sincero, para enseñarme la vida.
impresionante tus letras!!!!!
ResponderEliminarpensé que te estaba siguiendo pero este blogger traicionero me mostró que no
ya subsané el error!
beso
Buen post!! el miedo y la envidia es de lo peor
ResponderEliminarUn abrazo!
Rotundo, precioso. Me ha encantado y el grito para ilustrar es perfecto.
ResponderEliminarSalu2
todavía estoy sorbiéndolo, como un buen café!.
ResponderEliminarEl modo en que las palabras reparten la carga emocional, los cuestionamientos llenos de juicios interiores, no tiene desperdicio....
Besos, José!.
Intenso tanto que corta la respiración al leerlo …un maravilloso manejo de las emociones …cuando el ángel negro posa la mirada en nuestro camino… repugna su ceremonia para tratar de ocupar el trono en la vida …magnifico …besos
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