Nelson Mandela
Asomado al mirador de la vida,
en el retiro del alma,
ví el planear de una alondra,
que se llamaba Constancia,
y me quede embelesado,
por el batir de sus alas.
Incansable, inagotable,
aleteaba y volaba,
hacia el azur horizonte,
hacia el que nunca se acaba,
Surcaba campos de heno,
sobre los montes se alzaba,
descendía hacia los ríos,
para beber de su agua,
y perfumaba su cuerpo,
deslizándose entre jaras.
Quise ser como la alondra,
y salté al abismo de la existencia,
pero caía y caía,
sentía que me moría,
por no entender la lección,
de poseer la paciencia,
para luchar día a día.
Las órbitas de mis ojos,
vacías y extraviadas,
buscaban un nuevo rumbo,
un halito de esperanza,
donde aferrarse con fuerza,
en este existir confuso,
de la patria de las ánimas,
un remansillo de paz,
un manantial de calma,
pero nada de esto hallaba,
tan solo llanto y tristeza,
agudo dolor y lágrimas.
Dirigí la mirada al cielo,
y una mano iluminada,
me invitó a que la cogiera,
fuerte como un pilar,
suave como la seda,
que hizo desaparecer mi miedo,
al reino de las tormentas.
Ante mis ojos se abrió,
un gran sendero de luz,
con un cartel que decía:
“Yo te he mostrado el camino,
ahora has de andarlo tú”
Que puedo decir... gracias, que hermosas son siempre tus palabras. No sé si me las merezco, has hecho que se me escapen las lagrimas... precioso...
ResponderEliminarMuuuuuuuaaaakkkksss! te pille! :P
Lucha princesa
ResponderEliminar:-)
Me ha encantado !!, muy bueno el poema.
ResponderEliminarUn saludo.
Una valiosa forma de inspirar. Gracias Costampla.
ResponderEliminarGracias Costampla por este mensaje de animo,alentador,que siempre encontremos esa mano.."esa cuerda"..Precioso..
ResponderEliminarPrecioso.tú sí que sabes tratar a una mujer
ResponderEliminarQué grande eres!No deja de asombrarme tu generosidad, los ojos con los que ves tu entorno. Las cosas bonitas que dices a los que quieres. Me encanta!Un abrazo.
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