Vuelas, una
vez más, hacia un nuevo destino, esta vez el definitivo, y lo haces ligero de
petate pues ya has dejado en el camino, todo lo que tenías que dejar.
Serviste
siempre desde niño, a tu Patria, a tus compañeros, a tus amigos, a tu familia,
siempre desde el convencimiento de hacer las cosas bien hechas y aunque desde
esa vocación de servicio, también sufriste el desgaste de la incomprensión,
siempre peleaste como un jabato, por entregarte a los tuyos, aun a costa de
salir lastimado por tus actos.
Querías a los
tuyos, sin lugar a dudas y también, sin lugar a dudas, los tuyos te querían a
ti, y mucho. Yo esto ya lo sabía, te lo
aseguro, y en estos días más que nunca, lo he podido comprobar.
Vete
tranquilo, amigo. Vete satisfecho de lo
que has dado y orgulloso de los tuyos.
Vete con la cabeza bien alta y con la satisfacción del deber cumplido.
Nunca podré
agradecer lo suficiente toda tu ayuda desinteresada, tu lealtad y amistad, y
estoy seguro que nunca volveré a topar en mi camino, con un amigo tan especial
como tú; de brega y batalla, de día a día, de uvas y maduras.
Los partidos
de nuestro Madrid, ya no serán iguales sin tu compañía mas ten por seguro que
celebraré cada pase, cada gol, cada victoria, como si estuviera contigo y
cuando volvamos a ganar otra Champions, otra Liga, otra Copa, brindaré mirando
al cielo, en recuerdo de ti, Mi Comandante.
Ten buen
viaje, amigo, y descansa que lo mereces, que con creces, te lo has ganado.
José
Carlos
Mi más sentido pésame.
ResponderEliminarDescanse en paz.
Muchas gracias, compi
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