Una minúscula estancia,
en la que el aire se atora,
de mano de la
paciencia,
que si la vida se escora,
toca pagar penitencia,
vino un día y una hora,
arriban días de inclemencia,
distorsión en la cadencia,
borrasca que llega a deshoras,
no sufras, que se andará la aurora,
colmando los sufrimientos,
de lozana miel y esencia.
Quedó libre la impotencia,
no caben, cacharros rotos,
surge espontanea una foto,
que desvela las carencias,
alma que por inercia,
niégase a morder el polvo,
que gigante es el cimiento,
base de toda una vida,
no acierta mi sufrimiento,
a aceptar una desdicha.
Me reservo de quien hablo,
que no ha lugar ni momento,
pase el tiempo, corra el viento,
mientras yo lo tenga claro.
que si no escribo, lo siento,
que corren vientos amargos.
Impregnados de dolor y sufrimiento están tus versos, pero también hay fuerza para superarlo aunque queden las cicatrices de su paso.
ResponderEliminarOscuros sentimientos descritos en tus versos.
ResponderEliminarTus reservas para ocultar el dolor, quizás no ayuden pero si te sirven mis abrazos hay te mando unos cuantos compi.
Abrazos!!!!
Hermosa forma de deshogarte y de oculatar de quien hblas.
ResponderEliminarBesos
Nela