Anoche volví a ser niño.

Anduve por la selva, por la Sabana Africana, bajo el mar... volé sobre una alfombra mágica y cené en los salones de un palacio... y todo ello, de la mano de un grupo de jóvenes, del equipo de animación de los hoteles Best, en Mojácar (Almería), que pusieron en escena, de manera sublime, un musical en el que interpretaban a personajes del Mundo Disney, que emocionó a niños y mayores.

Primera jornada de unos días de merecido descanso, y tras una agotadora jornada de viaje desde Madrid a Almería, culminábamos un día intenso de carretera, playa y piscina, sentados en la terraza del hotel con nuestros hijos, para ver las actividades de animación programadas por el mismo.

Ganas de aquello más bien pocas, pues lo que nuestros machacados cuerpos necesitaban no era otra cosa que una apoteósica sesión de cama tras el palizón sabatino; pero es lo que tienen las vacaciones, que tratas de exprimirlas al máximo, y en aquella terraza, tomando una copa junto a los tuyos, con la brisa marina empecinada en masajearte, lo cierto es que se estaba francamente bien.

A la media hora, el sueño parecía que nos vencía, mas aguantábamos estoicamente a la espera de que nuestros chavales regresaran  cuando culminaran la partida de tenis de mesa a la que se habían retado, aburridos por un espectáculo que, no sin razón, consideraban iba dirigido a niños de menor edad que ellos.  

Se anunciaba por los altavoces, que estaban esperando a que llegaran, procedentes de París, los personajes de Disney.  Parece ser que habían ido a Almería a recogerlos y estaban ya a punto de aparecer por el hotel. 

Todos probablemente, esperábamos a aquel grupo de jóvenes animadores, caracterizados como los entrañables personajes de la factoría americana, poniendo todo su oficio para ilusionar a los más pequeños, y lo cierto es que así fue, pero lejos de ser la típica actuación  ceñida a baile y disfraz, aquello fue una excepcional bacanal de arte interpretativo que nos emocionó a todos, convirtiendo aquel pequeño escenario de terraza de piscina en una gigantesca platea de genialidad, ilusión y sueños, propia de los grandes  y mejores musicales.

¡Felicidades amigos, sois sencillamente espectaculares!