¿Puedo sentir algo más grande?
¿Por que mi sonrisa surge perenne?
¿Es quizá que la dicha no cabe,
que tu presencia me evade?
¿Es acaso que en nubes yo vivo,
y de tu aliento respiro,
ausente mientras me meces,
entre tus ojos cautivos?
Musa de versos hastiada,
sea tu esencia el olivo,
que saluda a la alborada,
teniendo a Dios por testigo,
que la savia de sus ramas,
colma de pan y de alivio,
este alma enamorada,
que suspira en tu cariño.
Precioso y dulce poema.
ResponderEliminarFeliz año.
Un abrazo
Sensible al extremo, sapiencia en cada verso. Como quienes saben,
ResponderEliminarUn abrazo poeta.