Atado a su esencia clamo,
alzando la vista cielo,
sintiéndome afortunado,
de compartir mis anhelos,
mis esperanzas y sueños,
inquietudes y desvelos,
con la mujer a quien amo.
Lucero majestuoso,
de mi más vital espacio,
templo de amor gozoso,
de capiteles dorados,
alba que dulcemente,
iluminas mi mañana,
asomando entre las nubes,
donde mis versos planean,
brisa que suavemente,
da frescor a estas entrañas,
que en su calor te desean,
¡que florece en mi la vida,
a modo de primaveras!.
Puestos a elegir... ¿no sería maravilloso vivir en una eterna primavera?
ResponderEliminarUn abrazo tinerfeño
CC
maravilloso pero utópico :( De momento disfruto la de ahora que ya llegarán los inviernos. Un abrazo. Gracias por el comentario.
ResponderEliminarSentir la primavera desde el interior, desde la luz, desde la positividad, desde la esperanza y la ilusiones encendidas.
ResponderEliminarPrecioso poema, Costampla.
Un beso.
Muy bonito este poema. de una buena primavera llega un tranquilo invierno.
ResponderEliminarBesos para los dos
Al alba luce mas intenso el lucero que con su luz mas brillante da paso a la primavera !que afortunado eres¡.
ResponderEliminarQue grande eres poeta.
Deseada primavera la que habita durante todo el año en nuestro corazón, para que volar mas allá si tenemos cuanto deseamos...abrazzzusss
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