Excelso anhelo enmascarado en lírica,
avidez vedada a un transitar incierto,
notas que repican en espíritu abierto,
conferido a sueños de sublime mística.
Brillan prohibidas teas, hoguera en las emociones,
luces que irreverentes, en la lobreguez de su estampa,
refulgen jactanciosas, proyectándose en tentaciones,
obstinado deseo que le conduce a una trampa,
donde la ingente demencia, asigna sus condiciones.
La locura de arte es una dulce locura...
ResponderEliminarUn saludillo.
Sueños de Sublime Mistíca! genial, un fuerte abrazo
ResponderEliminargenial
ResponderEliminargenial
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