Semilla de mi existencia,
tras el mostrador un mito,
campeón de la paciencia,
y aunque gruñón, un bendito.
De aspecto más bien chiquito,
regordete y colorado,
es su prudencia el recado,
convertido en mi en un hito
Corazón acelerado,
en malos tiempos, un guiño,
un caballo desbocado,
por las sendas del cariño.
Trabajador incansable,
ordenado en su desorden,
resignado “tragasables”,
tertuliano fiel, conforme.
Cuatro cañas, un chatillo,
dos naranjas y un cortado,
y búscame ya al chiquillo,
que seguro está fumando.
A mi vera, un hombre bravo,
derroche galán de calor,
nostálgico de un pasado,
labrado en su abnegación.
Imposible no sentirse orgulloso de semejantes versos. Buenisimo poema.
ResponderEliminarUna belleza de poema !!
ResponderEliminarHermoso reflejo de amor filial !!!
Te felicito por tus letras y tus sentimientos!!
Lau.
Un bonito poema dedicado a una persona como es un padre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gran homenaje! Gracias por compartirlo con todos nosotros
ResponderEliminarQué hijo tiene tu padre! Muy buen retrato! si me parece verlo!
ResponderEliminarUn saludillo.
Ojala algún día pueda escribirle a mi padre un poema así.
ResponderEliminarUn abrazo
Gran poema, ojala pueda hacer yo alguno que sea siquiera la mitad de bueno.
ResponderEliminarSuerte :)