Hay un dicho popular que
sentencia “Ningún pescador de caña ni molinero de viento necesitan escribano
para hacer testamento”…
Quiero Paulino, de mi madre
hermano y por legado, tío, hacer de estos versos, nacidos del corazón, un
homenaje sentido, a alguien que a mi vida, mucho de bueno aportó.
De caña era y entre cañaverales,
cañas con los suyos, caña “pal pelo” y caña de fórmula uno cuando la vida olía
a humo… con esa caña pescó, el cariño de los suyos, mi tío, el pescador.
Una caña de vida, sí… Una caña de
persona, a la que nada arrincona ni nada arrinconó… Hostias como panes de la
vida recibió y con mano firme y dura, a la vida traicionera, esas hostias
devolvió.
¡Qué puñetas, no fue fácil! ¡Puta guerra y la madre que la
parió!
¡Cuánto sudor para una puta peseta y encima pidiendo perdón!
Trillando campos de trigo o de paleta en la construcción,
Esto lo saco adelante, ¡pues no soy yo cabezón!
¡Qué aterricé en Torrejón y no me hacía falta una Base, tan
sólo un poco coraje y dar todo el corazón!
Hoy te has marchado, tío, con la vida ya has cumplido,
siempre dando lo mejor.
Hoy tomas un nuevo camino, perfecto y definitivo… Te llevo
en el corazón.
A Paulino
DEP 19/06/19
Mis condolencias. Que en paz descanse tu Tío, José Carlos.
ResponderEliminarCariños y abrazo fuerte para vos.
Lau.