miércoles, 19 de marzo de 2014

CINCELES DE FE


He transitado por el arcano del desierto de la soledad, donde no había tregua que al corazón  reposara, ni oasis que la sed del alma aplacara.  He deambulado por los rasos de lo inhóspito, donde tan solo moraban desazón, pena y tristeza,  un resuelto mar de desolación, rompiendo sus olas sobre castros de desamparo, atalaya de cimientos otrora recios, que se turbó con cada rabioso envite de la ley vital.

De la mano de la fiel esperanza, que celó el tesoro de la ilusión, que día a día regó el jardín de mis sueños, que arrancó los espinos que se apoderaban de la tierra de mis sentimientos, me he allegado al final de un sombrío horizonte que da paso a otro de luz pletórico, albor de colosal perspectiva, primavera deseada tras un largo y despiadado invierno.


Dejaré a mano mi tabardo, colgado de la percha del ropero de los reveses, mas en tanto, voy a salir a la calle, a deleitarme en los cromas de las flores que, como yo, retoñan abriendo sus pétalos en una orgía de vida.  

Es el Amor quien me aviva, el de los que perdí y el de los que están, piedra roseta de mi fuerza y optimismo, tallada con cinceles de fe.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Visitas al blog