Resbalan desde mis
ojos,
con sigilo y escondidas,
lágrimas retorcidas,
de tristeza y
desahogo,
El tiempo pasa
deprisa,
y la vida continua,
mas madre tan solo
hay una,
y es difícil mi
sonrisa.
No pienses que mi
alma tiembla,
que mi andar no es
incompleto,
que el futuro se
presenta,
de fantasías repleto.
Pero entiéndeme que
llore,
que mi pena
desahogue,
que no es cuestión de
tiempo,
infinitos
sentimientos,
que en el alma se
disponen,
cataratas de
emociones,
que nunca hallarán
consuelo.
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