Me he sumergido en las cristalinas aguas del manantial de la hermosura, dejándome llevar por la corriente de sus letras, con devoción enlazadas en simétricos credos, emanados de la más profunda y pura esencia…
Y he soñado con el cielo, donde volaba mi alma, pletórica en la vasta anchura, planeando a su albedrío en proyección asceta, luminosamente libre, sometida a los anhelos, a la gentil esperanza, de alcanzarme a su refugio, dejando atrás la coherencia…
Quiméricas fantasías arrastradas por las olas de la realidad manifiesta, hacia el interior del Mar de la Ilusión, piélago de incertidumbre de desorbitada belleza, que acogerá eternamente la plenitud del amor puro.
Es la única forma de abrazar el espíritu y sentir el verdadero latir.
ResponderEliminarUn abrazo.
De los tres me quedo con este, aunque los tres son excelentes. veo que cuatro días sumergido en manantiales de agua cristalina, nos han devuelto a costampla en estado puro.
ResponderEliminarEl amor si de verdad se desea puede ser eterno, solo hay que sumergirse y desearlo con el alma.
Me gusto¡