Siento por dentro volando,
mariposas que acarician
mientras van aleteando,
de mi cuerpo, cada esquina,
y me siento afortunado,
agradecido en mi dicha
de tener aquí a mi lado,
un corazón entregado,
regalado por la vida,
que no espera nada a cambio,
y restaña mis heridas.
Pues a cuidarlo, y que no dejen de volar las mariposas. Un saludo compañero.
ResponderEliminarQue bueno que te sientas así y lo sepas definir con tal maestría.
ResponderEliminarUn Saludo.
no hay nada mejor que sentirse bien y tu poema contagia ese sentimiento!
ResponderEliminarque afortunado eres. No se te ocurra estropearlo! fantástico que alguien diga algo así.
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