con cadencia rutinaria,
y avanza con firme marcha,
a la segura caída,
de cada lapso de tiempo,
ahuyentado por la vida,
hacia abismos de silencio,
en actitud decidida,
entrelazados los cuerpos,
con ímpetu desatado,
jadeos acompasados,
caricias en armonía
corazones desbocados,
del amor engalanados,
que se retuercen sedientos,
en derroche de poesía.
Versos encadenados,
lienzos de satén dorado,
pluma y tintero encajados,
cómplice melodía,
maravillosa elegía,
entes enamorados,
deletreando caricias.
Que poema tan bonito... Tienes una inspiración muy buena, delicattessen total :P.
ResponderEliminarUn saludo.
Con semejante titulo, imposible eludir la lectura. Titulo sutil, pero no tanto, como el poema en si. Excelente.
ResponderEliminarDos cuerpos desatados que se convierten uno, que belleza de poema. Un fuerte abrazo
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